El Ayuntamiento de València acumula 570 jubilaciones en cinco años, el 11% de su plantilla

El Ayuntamiento de València se enfrenta a uno de los mayores retos para la prestación de los servicios que tiene encomendados: el envejecimiento de su plantilla y, como consecuencia, la acumulación de jubilaciones. Si a ello se le suma la falta de convocatoria de ofertas de empleo público, sobre todo durante la primera mitad de la pasada década, con la limitación añadida de la tasa de reposición impuesta por el Gobierno central para reducir gasto, la situación arroja un cuadro complicado que solo desde 2017 ha empezado a mejorar con la entrada de nuevo personal.

De hecho, según los datos del área de Personal a los que ha tenido acceso 20minutos, en los últimos cinco años se han jubilado 570 empleados públicos de la capital valenciana (el recuento incluye a los funcionarios del Consistorio, tales como administrativos técnicos o policías locales, y no a los empleados de empresas públicas o fundaciones), lo que supone el 11% de la actual plantilla, situada este año en 5.010 personas.

Por años, la cifra era estable en 2015 (84 jubilaciones), 2016 (73) y 2017 (87), pero se incrementó en 2018, con 118 retiros por edad, y se disparó en 2019, con 208 jubilaciones. Fuentes municipales apuntan que las previstas para 2020 son 90, una cifra que el Gobierno local "se compromete a cubrir".

El total de la plantilla comenzó a caer en 2009, con la crisis económica, a un ritmo aproximado del 2% anual hasta 2016, cuando tocó suelo con el mínimo histórico de 4.707 efectivos, un 12% menos que en 2008. Ese año era de 5.349 personas.

¿Cómo pretende resolver esta merma el Gobierno local? Básicamente, con la convocatoria de ofertas de empleo público (OPE), un proceso que cogió impulso en 2016 y que ha ido acumulando plazas, aunque con el lastre de las jubilaciones no cubiertas durante años. Desde entonces se han lanzado 1.038 plazas, distribuidas de la siguiente forma: 124 en 2016, 184 en 2017, 360 en 2018 y 370 en 2019.

No obstante, de ese total, apenas se han incorporado hasta este momento 217, es decir, el 20,9%, por lo que todavía existe un amplio margen de crecimiento de la actual plantilla. Un ejemplo lo constituyen los 30 policías locales de 2016, que se acaban de incorporar, pero no así los 40 que aprobaron la oposición en 2017 y que actualmente están recibiendo el curso de formación obligatorio del Instituto Valenciano de Seguridad Pública (Ivaspe).

La Policía Local es, precisamente, el área más castigada tanto por el envejecimiento de la plantilla como por la falta de renovación de sus efectivos. Tanto es así que el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, anunció el pasado mes de noviembre la reducción de ocho a siete de las unidades de distrito ante la jubilación voluntaria a los 60 años de 340 agentes en 2019 y 2020. Esta reestructuración del despliegue policial es consecuencia directa, tal y como admitió el propio edil, de la "merma importante de la plantilla" tras una década sin convocarse oposiciones al cuerpo.

Fuentes municipales abundan en la idea del envejecimiento de la plantilla, sobre todo en la Policía Local. En este cuerpo se jubilaron nueve agentes en 2015, 11 en 2016, 17 en 2017, 15 en 2018 y 116 en 2019.

Áreas de nueva creación

Sin embargo, entre las nuevas plazas sacadas a oposición, muchas son de nueva creación por lo que, aunque la plantilla total aumente, no se cubren exactamente los mismos servicios. Por ejemplo, entre 2015 y 2019, el servicio de Cooperación al Desarrollo, que no existía, se ha dotado con 30 plazas; Salud y Riesgos Laborales, con 26; Igualdad y Políticas Inclusivas, con 21, Vivienda con 19 y Personas Mayores con 14. Los más reforzados han sido Bienestar Social e Integración, que crece en 58 efectivos, hasta los 337, y Educación, que pasa de 294 a 347 personas.

Por categorías, los refuerzos se dirigen sobre todo hacia auxiliares administrativos (su número aumenta en 120), técnico de administración general (+88), técnico medio de Trabajo Social (+73), educador infantil (+32), técnico de gestión (24), administrativo (+21) y arquitectos técnicos (+15).

La concejala de Gestión de Recursos, Luisa Notario, afirma que las políticas del Gobierno local de los últimos cuatro años "han servido para frenar en seco la reducción de trabajadores y trabajadoras municipales e iniciar un proceso de modernización y optimización que se va consolidando para garantizar el mejor servicio público posible a la ciudadanía", explica.

Notario: "Hemos utilizado todas las herramientas legales"

Según relata, cuando accedieron a la responsabilidad de Gobierno, encontraron "una plantilla muy mermada y envejecida tras años sin que se convocaran prácticamente ofertas públicas de empleo ni se crearan bolsas". En este sentido, la responsable de personal apunta que, pese a las dificultades para convocar nuevas plazas "por el sometimiento a la tasa de reposición draconiana" impuesta por el Gobierno central, "hemos utilizado todas las herramientas que la ley nos ha permitido para reforzar la plantilla que tiene que dar servicio a los vecinos y vecinas de València".

"Hemos convocado plazas en aquellas áreas con mayores urgencias, como con Policía Local y Bomberos, y en aquellas que desarrollan las políticas prioritarias para el Gobierno de Joan Ribó, como son las que se centran en el bienestar de las personas: servicios sociales, educación, cooperación, etc. Además, hemos impulsado plazas de nueva creación fruto de nuevas necesidades y servicios como en el caso de los y las profesionales de la integración y la educación social", apunta.